El 7 de setiembre de 1924, el Atlético Chalaco, reforzado por algunos jugadores del medio, derrotó a la Selección Uruguaya en el Estadio "Víctor Manuel III" del Circolo Sportivo Italiano.
El tanto del triunfo lo anotó "El Sereno" Alfonso Saldarriaga de penal, con su clásica serenidad hizo imposible que el arquero uruguayo Maturel atajará el balón.
El equipo que salió a la cancha fue con Alvarez, en el arco; Gorriti y Saldarriaga, en la defensa; Leva, Arana y Mustafich, en el mediocampo; y, Muñoz, Dagnino, Puente, Gonzáles y H. Martinez, en la delantera.
Los uruguayos formaron con Maturel, en el arco; Noguez y Vidal, en la defensa; Busetta, Rodriguez y Alvarez, en el mediocampo; Mazzone, Bendanza, Castro, Villazú y Patiño, en la delantera.
En este encuentro se apreció la fibra, garra, calidad, pundonor del equipo chalaco. Destacando Alfonso Saldarriaga por la seguridad en el quite y su suficiencia; Gorriti por su brillante cobertura y sus arriesgadas intervenciones; Leva, Arana y Mustafich, por su esplendida marcación (tipo estampilla); y en la delantera, destacaron todos.
Este ha sido uno de los grandes triunfos del fútbol chalaco y en consecuencia del Fútbol Peruano.
La gente invadió la cancha para aplaudir aquel once que había dado toda una lección de calidad futbolistica. Ese triunfo se celebró en grande en todo el Callao.
El partido
Ante una asistencia de más de 15,000 aficionados, en el estadio del Circolo se respiraba un ambiente de sincero entusiasmo.
En las afueras del estadio, la amplia Av. Brasil desde antes de las 2.00 pm estaba inundada de ómnibus, carros de plaza, particulares y tranvías que traían en forma masiva a las personas.
Muchas damas en las tribunas de primera, le daban el marco especial de belleza al espectáculo.
La Banda de Músicos del Regimiento Nº 9 interpretaban agradables piezas que consolidaban aún más el gran entusiasmo.
Ya a las 4.00 pm, aparecen en la cancha los dos equipos. Aplausos para ambos cuadros.
A las 4.05 pm, el arbitro Luigui Repetto, da por inició el encuentro. Hay ímpetu y destreza en su accionar. El ataque chalaco es persistente, asedian la portería oriental obligando a los espectadores a levantarse de sus asientos para seguir en detalle esa gran competencia deportiva.
Los uruguayos hacen su juego de combinaciones, demuestran su habilidad también en el juego de cabeza. Hay ansias en ambos bandos por inaugurar el marcador.
En el transcurrir de los minutos se nota cierta debilidad del equipo porteño, pero luego se recupera, retomando sus posiciones y manteniendo el equilibrio del encuentro.
Más adelante, reacciona y presiona la selección uruguaya dando la sensación que abrirá el marcador. Pero, en esos momentos, es cuando los barristas porteños, juegan su partido y comienza a alentar, con gritos como: ¡CHIM PUM CALLAO!
Los tiros sesgados de los uruguayos no llegan a las redes, son despejados por la defensa chalaca o contenidos por el arquero.
Posteriormente, presiona el ataque chalaco y en una penetración, en su afán de conjurar el peligro Busetta comete un penal a favor del equipo porteño.
Maturel se cuadra en el arco. El indicado para patear el penal era Alfonso "El Sereno" Saldarriaga, va en camino a buscar el balón para ponerlo en el sitio reglamentario, el arquero Maturel, con la experiencia que le ameritaba estar en la selección, quiso amedrentar al Sereno, arrojando su gorra; luego, shotea con potencia y precisión la pelota, enviándola al fondo del arco uruguayo, se había convertido el gol y la euforia de toda el estadio se desata sin limites.
Maturel, a pesar de la estirada, no pudo contener el disparo que llevaba potencia, fue vencido.
Los uruguayos al verse perdiendo, insisten en una ofensiva, pero sus remates son conjurados por la recia defensa chalaca. Poco después, el arbitro hace sonar su silvato del final del primer tiempo.
Luego, se inicio el segundo tiempo, el juego se desarrollaba con toda energía, los uruguayos buscaban el empate con ferocidad. La gran actuación del arquero chalaco Alvarez produjo grandes salvadas en situaciones difíciles que se le presentaron.
Los chalacos hicieron lo posible por elevar el score, pero no lo lograron, así como los uruguayos, no pudieron empatarlo.
Así se desarrollaba el partido hasta que llegó el pitazo final con el histórico triunfo del equipo chalaco.
Inmediatamente hubo una invasión del campo de juego por los hinchas, levantando en hombros a los jugadores chalacos, y aclamando una y otra vez: ¡CHIM PUM CALLAO!
Se le entregó al capitán del elenco chalaco, entre aplausos, la Copa Banco Italiano. Fueron todos los jugadores sacados en hombros, paseados por las calles de Lima.
Posteriormente, la revancha de estos dos equipos....