domingo, 31 de mayo de 2020

Un partido histórico: Atlético Chalaco vs Alianza Lima, 1957

Dentro de la rica historia futbolística del club porteño, tenemos un memorable partido que se realizó en el Estadio Nacional, el día 29 de Setiembre de 1957, dando el pitazo inicial a las 3:30 de la tarde, el arbitro inglés Walter Muller.
Era la fecha Nº 9,  donde  se  enfrentaron el Atlético Chalaco contra el equipo del Alianza Lima, el club porteño supo encontrar la forma más  simple  para  llegar  al  arco  de  Clemente Velasquez y batirlo por cinco veces, una de ellas de penal,  mientras  que  su  portería sólo caía en una oportunidad debido, más que a méritos de la delantera aliancista, a una garrafal falla del portero paraguayo Adolfo Riquelme.
La formula ofensiva del Chalaco  se  basó  en  la penetración por el centro donde Guillermo Delgado se vio abandonado ante la defección de  los  volantes Carlos Lazón y Dagoberto Lavalle que estuvieron en una tarde negra. Penetrando así a voluntad, el  trio  central chalaco rebalzó en más de una oportunidad a Delgado, que se vio obligado a salir de su área,  sin  tener  quien cubriera sus espaldas; ya que Teobaldo Guzman, que intento hacerlo, demostró ser demasiado lento para la tarea. Así fueron viniendo los goles que sellaron la más abultada derrota del cuadro intimo en la que va del Campeonato.
En realidad, el cuadro de La Victoria, en el que reaparecía Barbadillo, estuvo sólo 10 minutos en la cancha. Y en ese lapso dio la impresión de que ganaría por abultado score, ya que a los 2, 6 y 10 minutos, Barbadillo, en dos oportunidades, y Roberto "Chupon" Castillo, fallaron goles hechos al encontrarse solos frente a Riquelme y fallar el remate final.
Hasta esos momentos, Lazón y Lavalle, posesionados del mediocampo empujaron bien a sus ágiles abriendo juiciosamente el juego a los extremos, Felix Castillo y Oscar Gomez Sánchez, a quienes Ugaz y Flores eran incapaces de controlar.
Pero a partir de los 10 minutos, Chalaco empezó a emparejar las acciones y la creación de Bartoli, que sería decisiva en el resultado del encuentro, empezó a dar sus frutos. Chalaco jugando de contragolpe creó varias situaciones de peligro y se comenzó a notar la defección de la media volante aliancista y la lentitud de Teobaldo Guzmán. Justamente por su lado, Montoya luego de una jugada enredada en el área intima, se halló en posesión del esférico y con un tiro alto y cruzado, que penetró por la esquina izquierda, venciendo por primera vez la valla de Clemente Velasquez. Se llevaban jugados 25' de la primera etapa.
Al reiniciarse las acciones, pocos eran los que podían suponer que el match terminaría en una goleada. La etapa inicial pese a haber indicado en las cifras una ventaja de Atlético Chalaco, no había reflejado en el juego una neta superioridad del conjunto porteño y, por los minutos iniciales de Alianza, señalaba un guarismo injusto.
Pero en la parte complementaria el naufragio de la media volante aliancista fue total. Perdidos en el terreno, Lazón y Lavalle, no ayudaron a su extrema defensa, ni alimentaron a su ataque, diluyéndose su accionar en un ir y venir constante correteando a sus rivales sin acertar con la jugada precisa.
Por su parte, la delantera blanquiazul, huérfana de apoyo fue incapaz de superar a la defensa chalaca en la que Ugaz y Flores se recuperaron al esperar la entrada de los punteros aliancistas, en el linde del área, en vez de salir a buscarlos propiciando así su fácil exclusión. Bartoli, un gigante del mediocampo, impuso su calidad y los goles chalacos.
Fue así, que a los 5' del segundo tiempo, Guevara y Rosasco penetraron por el centro y al salir Delgado al encuentro del interior izquierdo, éste cambió hacia el centro delantero que avanzó solo un corto trecho para fusilar a Velasquez con un tiro bajo y cruzado.
Cuatro minutos más tarde, Teobaldo Guzmán, apremiado por una rápida entrada de René Garcia, cedía corner, el que ejecutado por Montoya, sobraba a la defensa aliancista y caía sobre el lado opuesto del área, donde apareció como un bólido Segundo Guevara que de formidable cabezazo señalaba la tercera caía del arco victoriano.
El equipo aliancista reacciono, y a los 10' de juego, Felix Castillo, penetró por su ala y sobre la marcación de Flores dirigió un potente remate que sacó astillas al horizontal y un minuto después, el mismo Felix, cobraba un foul a 40 metros de la valla chalaca con un tiro suave y bombeado. Riquelme se elevó con más estilo que seguridad y la pelota se escurrió entre sus dedos cayendo a sus espaldas con posibilidades de introducirse en la valla desguarnecida. Reaccionó Riquelme con ágil media vuelta y voló en procura del balón en momentos que Cruz pretendía despejar el peligro de "chalaca". Se estorbaron ambos y la pelota picando fue empujada por Joya, señalando el tanto de honor aliancista.
Fue después de este golpe, en que el Chalaco se posesionó de la cancha, y en los últimos treinta minutos hizo los méritos necesarios para que el score final no pareciera exagerado.
El team porteño volvió a encontrar el camino del gol por un tiro penal, a los 25' del segundo tiempo. La pena máxima fue cobrada con justicia por el arbitro inglés, al agarrar Teobaldo Guzmán a Guevara, dentro del área de penal, cuando el peligroso delantero porteño lo había superado en velocidad y se aprestaba a vencer nuevamente a Clemente Velasquez. El tiro de los 12 pasos fue ejecutado por Montoya, que dejó sin chance al arquero de Alianza.
Nuevamente se vio perforada la valla blanquiazul, a los 39' del segundo tiempo, cuando Pablo Castillo, advirtiendo al arquero salido, le bombeó la pelota desde una 30 metros, decretando el marcador final de 5 a 1.
Así termino el partido, dejando como justo ganador al equipo porteño, donde la figura del partido fue el jugador Sabino Bartoli.

domingo, 12 de abril de 2020

Clásico del Puerto: Atlético Chalaco vs Sport Boys, 1957


Atletico Chalaco 1957

Era el año 1957, exactamente el mes de Agosto, días  antes del clásico porteño, los momentos previos de los preparativos para el encuentro se sucedieron de la siguiente manera: 
En la mañana del día 20 de agosto de 1957, a las 10:00 am, empezaba a practicar el equipo del Sport Boys para el clásico porteño, que se jugaría el domingo. Bajo las ordenes de Dan Georgiadis y asesorados por Marcos Calderón, dieron inicio al entrenamiento con carreras alrededor del campo.
Estuvieron ausentes Juan Bassa y Severiano Ramos; sobre estos jugadores, manifestó un dirigente rosado, que Bassa, no había comunicado el motivo de su ausencia, y Ramos, se le había concedido permiso por lesión en su brazo.
A la finalización del entrenamiento, que duró dos horas, el coach griego Dan Georgiadis, tuvo una charla con los jugadores, siendo el tema la actuación brindada por los rosados, el sábado anterior. Según cuenta la crónica: "Joe" Calderón se manifestó y dijo: "Creo don Dan que lo que ha sucedido el sábado no volverá a pasar, ya que posiblemente esto haya sucedido por una tarde mala que le puede tener cualquiera" (se refería al partido con Centro Iqueño, donde empató 0 a 0). Otro de los jugadores que dió su opinión fue el half Teodoro Boluarte, dijo: "Mire, profesor, a mi me parece que el ejercicio que hicimos en la víspera del partido, osea el viernes, no nos ha hecho mucho bien". Inmediatamente, el entrenador griego, le contestó: "Bueno, Teodoro, mire que solamente hemos hecho un poco de gimnasia y bastante suave, lo que es de suponer no les haya afectado en absoluto y que el mal rendimiento que puedan haber tenido en la cancha se daba a una de esas tardes en que no le sale nada bueno ni al mejor jugador del mundo". Con esa respuesta dio por terminada la charla.
El jueves 21 continuaron los entrenamientos con un partido de práctica en que el coach griego dará la alineación titular para el domingo.
En cuanto, al equipo del Atlético Chalaco, el entrenador "furioso" Cesar Viccino, estima que el partido que van a librar con el Boys es bastante serio por lo que no les ha dado tregua en el entrenamiento. Por su parte, los jugadores del Chalaco han correspondido igualmente, notándoseles
con muchos deseos de hacer las cosas bien y encontrarse en buena forma para el domingo.
René Rosasco, veterano jugador del Chalaco, seguiría en el conjunto, mientras que Sabino Bártoli, el half volante, pese a los muchos trajines que tiene con motivo de su próximo matrimonio, ha asistido en forma puntual al entrenamiento, y ha manifestado que de ningún modo dejará de estar en el equipo que enfrentará al Sport Boys, en el match por el Clásico del Puerto.
El resto de los jugadores ejecutaron gimnasia y ejercicios de respiración. Ya en a tarde del día jueves, prosiguieron con las prácticas, habiendo citado Cesar Viccino, a las 3:30 de la tarde, a todos los jugadores en el Estadio Telmo Carbajo.

Atletico Chalaco, 1957
Adolfo Riquelme, arquero del Atlético Chalaco

Así, llegó el domingo 25 de Agosto de 1957, a las 3:30 de la tarde, bajo la dirección del árbitro italiano Diego De Leo, se dio inicio al partido.
Las alineaciones de los equipos fueron:
* Atlético Chalaco: Adolfo Riquelme (Parag); Andrés Bedoya, Jaime Cruz (Arg) y José Arrospide; Sabino Bártoli (Arg) y Ricardo Hurtado; Victor Montoya, Oscar Salas, Segundo Guevara, Reneé Garcia y Pablo Castillo. Entrenador: Cesar Viccino (Arg)
* Sport Boys: Rigoberto Felandro; Pedro Lujambio, Luis Bolivar y Isaac Andrade; Teodoro Boluarte y Luis "Joe" Calderón; Neptali Briceño, Felix Mina, Eddy Chiock, Jorge Lama y Dante Allemant. Entrenador: Dan Georgiadis (Grec)  
Se dió inicio del encuentro con lentitud y poca vistosidad por ambos lados. El puntero Montoya, de Chalaco, llevó la primera jugada de peligro a los 3 minutos, ejecutando un corner que Salas tocó ligeramente dentro del área. Se produjeron dos rebotes sucesivos y finalmente impulso la pelota Guevara, por alto. Felandro fue sorprendido, ya que estaba adelantado unos metros, por lo cual debió arquearse espectacularmente en el aire, alcanzando a manotear la pelota. Andrade completo la salvada.
Pasaron 17 minutos sin apremio para los arqueros. A esta altura del partido, la delantera del Sport Boys llevó la pelota sobre el área adversaria y Mina la toco de taquito para Allemant. Este remato después de algunas vacilaciones, pero Riquelme se estiró por bajo y atrapó la pelota cerca de la línea.
A los 32 minutos, un remate desde lejos de Montoya, trató de sorprender a Felandro, con un tiro por elevación, y la pelota se perdió fuera del campo, a pocos centímetros de la esquina que forman el travesaño y el poste.
A los 35 minutos hubo un remate en el travesaño por parte del Boys, al recibir un centro de Mina, a pocos metros del arco, Chiock cabeceó bien, haciendo rebotar la pelota en el horizontal, mientras Riquelme se arrojaba con pocas posibilidades de anular el remate. Fue ésta la mejor oportunidad de los rosas en todo el partido.
A los 39 minutos, Montoya y Salas combinaron por la derecha, penetrando en el área del Boys, pero cuando el segundo de ellos se disponía a ejecutar un centro corto, salió Felandro y anuló su remate, arrojándose a los pies. Al mismo tiempo, habían acudido Andrade y Bolivar.
A los 43 minutos, el equipo furioso, se insinuaban ya más peligrosos, cuando Montoya ejecutó un centro largo sobre el área, donde Guevara ganó en el salto a Boluarte, cabeceando por alto. Felandro tuvo que esforzarse para echar la pelota al corner, con una mano.
Así, con el marcador en blanco terminó el primer tiempo.
Posteriormente, se inicia el segundo tiempo, y a los 2 minutos, Salas corrido hacia la izquierda, entregó a Pablo Castillo, quien descontó a Boluarte. Mientras el defensor rosa quedada tendido, el puntero siguió avanzando hacia el arco y remató desde pocos metros, pero Felandro bloqueó bien el tiro.
Los albirrojos insistieron por la derecha y nuevamente Salas entró en juego, rematando al cabo de una pelotera. Cuando Felandro parecía batido, rechazó Lujambio.
Fue en el minuto 7, que vinó el primer gol, Montoya, corrido un poco al centro, lanzó la pelota sobre el área. Allí Salas la recogió de contrabote y la impulsó por alto sobre la valla de Felandro. Este, que se había adelantado, no pudo impedir que la pelota llegara hasta el arco, rebotando en la parte inferior del travesaño y picando enseguida detrás de la línea de gol. De Leo sancionó el tanto sin vacilar, no obstante que el balón regresó ahí mismo al campo de juego.

Atletico Chalaco, 1957

Entre el minuto 20 y 25, Chalaco siguió realizando los mejores avances, especialmente por la izquierda, mediante la acción de Castillo. Lujambio defendió su sector en forma bastante brusca. Pero a los 25 minutos tuvieron una corta reacción los rosas, avanzando Calderón con la pelota hasta colocarse como puntero derecho. Desde esa colocación envió un centro retrasado, que Mina empalmó con fuerte shot. Sin embargo, la pelota rebotó en el cuerpo de Cruz, que cayó al suelo, suspendiéndose el juego por algunos segundos.
A los 32 minutos, la delantera del Chalaco realizó su mejor combinación, iniciada en el ala derecha. Montoya entregó de taquito a Guevara, y éste, luego de ingresar al área penal, envió un centro por bajo que cruzó delante del arco sin ser interceptado por ningún jugador. En el otro extremo apareció el wing Castillo, quien a la carrera empalmó un shot de zurda, batiendo a Felandro en el momento en que éste se movía para mejorar de colocación. Fue un buen gol, que decretaba el segundo del team porteño.


A los 37 minutos, los rosas hicieron intentos para descontar en el marcador. Lo más notable fue un avance de Lama, que se llevó la pelota casi desde el centro de la cancha, eludiendo a varios rivales. Cuando llegaba al área remató con violencia, pero ligeramente alto.
A los 38 minutos, mientras Sport Boys seguía al ataque, Lujambio, adelantado en campo de Chalaco, disputó una pelota con Arrospide y de pasada le dio un pisotón. El zaguero de Chalaco le respondió inmediatamente, con un puntapié siendo expulsado por el árbitro. Al parecer, éste solo vio la acción
ilícita de Arrospide.
Ya al final, cabe señalar, el Boys atacó sin mayor empuje, faltándoles armonía y acierto individual. Fuera de Lama, que lo hizo solamente regular, los otros fallaron continuamente en el pase. Así concluyó el encuentro con el triunfo del Atlético Chalaco por la cuenta de 2 a 0. Gran triunfo.